sábado, 30 de enero de 2010

EL BAPTISTERIO (PISA)



La palabra latina baptisterium también se utilizaba para significar el recipiente que contenía el agua del bautismo, y en la Iglesia Primitiva significaba tanto la fuente bautismal como el edificio o capilla donde aquella se ubicaba.

El Baptisterio fue dedicado a san Juan el Bautista. El redondo edificio románico se empezó a mediados del siglo XII: 1153 en el mes de agosto. Se construyó en estilo románico por un arquitecto conocido como Deustesalvet («Diostesalve»), quien trabajó también en la iglesia del Santo Sepulcro en la ciudad. Su nombre está mencionado en un pilar interior, como Diotosalvi magister. La construcción, sin embargo, no terminó hasta el siglo XIV, cuando la loggia, la planta superior y la cúpula fueron añadidos en estilo gótico por Nicola y Giovanni Pisano.

Es el baptisterio más grande de Italia. Su circunferencia mide 107,25 metros. Contando la estatua de san Juan Bautista en la parte superior de la cúpula, es incluso unos centímetros más alto que la Torre Inclinada.

Es de planta circular y su decoración se basa en la de la catedral. Está rodeado por una especie de deambulatorio de dos niveles, con bóvedas sostenidas por pilares y columnas alternativamente. Un siglo después se añadieron adornos góticos. La cúpula data del siglo XIV.La magnífica cúpula se sustenta sobre ocho columnas y cuatro pilares con espléndidos capiteles tallados, lo que produce un efecto de luminosidad y de solemnidad sorprendentes. El campanil, obra de Bonnano, es una torre cilíndrica, decorada con galerías de arcadas al estilo de la catedral. El conjunto se completa con el Campo Santo, decorado en el exterior por arcaturas y en el interior por un pórtico ubicado dentro de un recinto rectangular.

En 1260 el célebre escultor italiano Nicola Pisano dio continuidad a las obras del Baptisterio, que habían quedado interrumpidas durante décadas, aumentando la altura del Baptisterio mediante el posicionamiento de dos cúpulas. La superior y más pequeña de ellas es de forma cónica con la cima recortada y está situada sobre la principal en forma de hemisferio. 

Las obras prosiguieron sin interrupción alguna durante unos dos siglos, por lo que se observan elementos procedentes de dos estilos distintos, fundamentalmente. Los arcos ciegos que están situados en la parte baja de la fachada son de estilo románico-pisano, mientras que las pequeñas galerías superiores son de estilo gótico.

El púlpito fue esculpido entre 1255 y 1260 por Nicola Pisano, padre de Giovanni Pisano, el artista que realizó el púlpito de la catedral. Las escenas del púlpito, y especialmente la forma clásica del Hércules desnudo, son buen ejemplo de las cualidades de Nicola Pisano como el más importante precursor de la escultura renacentista italiana al restablecer las representaciones antiguas. 

Púlpito del baptisterio di San Giovanni en Pisa fue realizado por Nicola Pisano en 1259, marcando el comienzo de un cambio importante en el lenguaje de la representación artística en la Toscana. A diferencia del modelo tradicional del púlpito adosado a la pared, Nicola trabajó un cuerpo arquitectónico independiente de planta hexagonal y sostenido por 7 columnas. Algunas de éstas están asentadas sobre leones, mientras que la columna central descansa sobre un plinto esculpido de figuras de animales y gnomos.

El Púlpito del baptisterio de Pisa está ornamentado con losas de mármol esculpidas con relieves narrativos que representan la Anunciación y la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Presentación en el Templo, la Crucifixión y el Juicio Final; mientras que en los capiteles aparecen intercaladas personificaciones de las Virtudes.

El púlpito de la catedral se diferencia básicamente del púlpito del baptisterio en la realización de cariátides en lugar de columnas y en una gran ornamentación. También posee una columna más que el baptisterio y la parte de arriba es circular.

El púlpito del baptisterio se apoya directamene en el suelo, mientras que el de la catedral contiene una base circular para su apoyo.

jueves, 28 de enero de 2010

LA CATEDRAL (PISA)


La catedral de Pisa fue construida en mármol entre los años 1064 y 1118, en estilo románico pisano. Después de la victoria sobre los sarracenos en Palermo (1063), se destinó el botín de cinco navíos para la construcción de la catedral que se consagraría en 1122.

Es de planta de cruz latina, tiene una nave central y cuatro naves laterales que conducen a un transepto bajo, muy sobresaliente, que también dispone de naves laterales y una cúpula en el crucero. 
El interior de la catedral de Pisa, está revestido de mármoles blancos y negros, tiene un techo a artesonados dorados del siglo XVII, en madera y pintado, por los florentinos Domenico y Bartolomeo Atticiati. No se sabe si el techo original fuera similar o de simples armaduras. El techo actual dorado muestra el escudo de los Médici.
En el punto de encuentro entre los transeptos y el cuerpo central se alza la cúpula con frescos de la Virgen en la gloria y los santos de los pisanos Orazio y Girolamo Riminaldi (1627-1631). 
Las impresionantes columnas graníticas en estilo corintio entre la nave y el ábside provienen de la mezquita de Palermo.

El impresionante mosaico, del ábside, de Cristo en majestad, flanqueado por la Virgen y san Juan Evangelista, sobrevivieron al incendio. Recuerda a los mosaicos de la iglesia de Monreale, Sicilia. Aunque se dice que el mosaico era obra de Cimabue, sólo la cabeza de San Juan es obra de este artista (1302) y fue su última obra, puesto que murió en Pisa ese mismo año. El estilo del mosaico es románico.

El púlpito solicitado a Giovanni Pisano, sustituyó a otro realizado por Guglielmo (1157-1162), que fue enviado a la Catedral de Cagliari, dependiente del arzobispo de Pisa. Dado que no había documentación de cómo era el púlpito antes de ser desmantelado, fue reconstruido en una posición distinta de la original y, seguramente, con las partes en el mismo orden y orientación de como se había pensado. No se sabe si poseía o no una escalera de mármol. Es de planta circular con cuerpo saliente con un sistema central con tres virtudes en forma de cariátides. En las placas, ligeramente curvas, se han esculpido con un lenguaje expresivo los episodios de la Vida de Cristo. La estructura poligonal, como los ejemplos análogos precedentes, en el púlpito de Pisa, de Siena y de Pistoia, pero por primera vez los paneles están ligeramente curvados, dando una idea de circularidad nueva en su género. 
Hay una presencia de cariátides, figuras esculpidas en el lugar de simples columnas, que simbolizan las Virtudes. También la adopción de ménsulas en lugar de arcos para sostener el piso alzado, el extraordinario sentido del movimiento, dado por las numerosas figuras que llenan cada espacio vacío.
Muestra nueve escenas del Nuevo Testamento, tallado en mármol claro con un efecto de claroscuro.

Giovanni Pisano (1250-1314) fue un escultor italiano, pintor y arquitecto. Hijo del famoso escultor Nicola Pisano (Apulia, c. 1220-Pisa, c. 1284), también escultor y arquitecto italiano. Giovanni recibió su formación en el taller de su padre, quien esculpió el púlpito del baptisterio de Pisa, inspirándose en el arte bizantino, romano y gótico. La composición equilibrada de Nicola y su sentido de la luz lo sitúan en el centro del Renacimiento pisano.

En 1265-1268 trabajó con su padre en el púlpito de la catedral de Siena. Luego trabajaron juntos en la fuente Fontana Maggiora en Perugia. Estas primeras obras se hicieron siguiendo el estilo de su padre. 

A la muerte de su padre, acaecida hacia 1284, se estableció en Siena, probablemente después de ser nombrado maestro de obras de la catedral. Se ocupó sobre todo del diseño de la fachada que, sin embargo, no se llevó a cabo en su totalidad como él la había concebido, y de la realización de las esculturas que debían embellecerla, las cuales representan a los profetas del Antiguo Testamento que predijeron la llegada de Cristo y constituyen un caso único en el estilo gótico por la variedad de las posturas y expresiones, y por su concepción intensamente dramática.





PISA

LA PLAZA DE LOS MILAGROS

Pisa es una pequeña ciudad italiana con unos cien mil habitantes muy famosa por su torre inclinada, la Torre de Pisa que se encuentra en la espectacular plaza “Piazza dei Miracoli” (Plaza de los Milagros). 

La Piazza dei Miracoli («Plaza de los Milagros») o Piazza del Duomo («Plaza de la catedral») es una amplia área amurallada en el corazón de la ciudad de Pisa, en la Toscana italiana renombrada como uno de los principales centros de arte medieval del mundo. En parte pavimentada y en parte cubierta de hierba, está dominada por cuatro grandes edificios religiosos: El Duomo, la Torre Inclinada de Pisa, (que es el campanario de la catedral), el Baptisterio y el Camposanto.

El nombre Piazza dei Miracoli fue creado por el escritor y poeta italiano Gabriele d'Annunzio .

miércoles, 27 de enero de 2010

ARQUITECTURA GÓTICA

PLANTAS Y BÓVEDAS

   

Las principales innovaciones introducidas en la planta del templo gótico se deben a las características de la cubierta. En la planta gótica desaparecen las formas curvas a causa de las dificultades que presenta la construcción de grandes ventanales en muros de esa forma. Donde son mayores estas dificultades es, naturalmente, en la parte de la cabecera. El ábside, la nave que los rodea, esto es, la girola y las capillas de esta y del crucero dejan de ser semicirculares y se convierten en poligonales. La adopción de la forma poligonal en la capilla mayor da lugar a una serie de tramos trapeciales en la girola, que al cubrirse con bóvedas de crucería obligan a que la clave no se encuentre en el centro o a que las ojivas se quiebren para que su cruce se produzca en él.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Bóveda de crucería

La bóveda de crucería, conformada por arcos apuntados, a modo de esqueleto, es más ligera que cualquier otro tipo de bóveda construida hasta la fecha. 

Los ábsides góticos se cubren también con diferentes bóvedas de crucería pero de tal suerte que los arcos o nervios concurren todos a una clave central formando crucería radiada y muy a menudo se da al cascarón una forma gallonada o dividida en compartimentos de boveditas parciales más o menos salientes o profundas. Esta disposición, al paso que refuerza y embellece el ábside, contribuye mucho a la sonoridad de la iglesia sobre todo, para los cantos desde el presbiterio.

Para soportar el empuje del peso de las bóvedas, en vez de construir gruesos muros como se realizaba en el románico, en el que los contrafuertes adoptaban la forma de pilares adosados exteriormente al muro, con un ancho creciente en su base; los arquitectos góticos idearon un sistema más eficiente: los contrafuertes con arbotantes. Los contrafuertes se separan de la pared, recayendo el empuje sobre ellos por medio de un arco de transmisión denominado arco arbotante. Todavía se puede alcanzar una mayor resistencia colocando a continuación un segundo contrafuerte. Los arbotantes también cumplen la misión de albergar los canales por donde descienden las aguas de los tejados y evitar así que resbalen por las fachadas.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          EL MURO GÓTICO: VENTANAS Y VIDRIERAS 

Los muros góticos facilitaban la colocación de grandes ventanales con extensas vidrieras policromadas.
El estilo gótico es muy famoso por sus vidrieras. Estas ventanas grandes tenían la forma del arco apuntado, y permitían que bastante luz entrara a la catedral. Las vidrieras eran un gran contraste para los creyentes que estaban acostumbrados a las ventanas pequeñas del estilo románico. Estas estaban decoradas con historias bíblicas y con otras historias de la vida cotidiana. 
Otro tipo de ventanas típicas del estilo gótico son los redondeles. Estas ventanas redondas están localizadas arriba de la puerta principal en la fachada de estas catedrales.

Las atractivas posibilidades lumínicas y simbólicas de la vidriera, junto con los avances técnicos en la arquitectura, como el desarrollo del sistema de contrafuertes, pináculos, bóvedas nervadas, etc., propiciaron una espectacular reducción del tamaño y grosor de los grandes muros de los edificios religiosos, facilitando la apertura de grandes ventanales en varias alturas del edificio, compartimentados mediante maineles y complejas tracerías. El edificio más importante en la evolución de la arquitectura gótica del siglo XIII, dentro del proceso de sustitución del muro por paramentos translúcidos fue, sin duda, la Sainte Chapelle de París.

El mayor tamaño de los ventanales facilitaba, asimismo, su compartimentación mediante finos maineles y complicadas y bellas tracerías, cuya máxima expresión se plasmará en los grandiosos rosetones del Gótico. Estas tracerías de los ventanales góticos, ofrecieron a los vidrieros un interesante campo para desarrollar su inventiva y experimentar con formas decorativas, a menudo de carácter abstracto.

EL ARCO APUNTADO: PUERTAS Y VENTANAS DE EDIFICIOS GÓTICOS

El arco apuntado es una de las señas de identidad más características del arte gótico. Confiere a los edificios esbeltez y verticalidad. En el siglo XIII son muy abiertos, es el arco apuntado clásico.
La sección del arco ojival reproduce los nervios, cada vez más complejos, del sistema gótico, que también se manifiestan en las mismas molduras del pilar.

Tiene forma de punta de flecha que debido a su forma vertical permite elevar la altura del edificio.
El arco apuntado u ojival, que consta de dos segmentos de circunferencias entrecruzadas, los cuales se unen en su clave o punto superior formando un ángulo. Este tipo de arco es uno de los elementos más característicos de la arquitectura gótica que se extendió por Europa en los últimos siglos de la Edad Media. Pero su origen es bastante anterior al mismo gótico. Así, hallamos el empleo de arcos apuntados en la arquitectura islámica al menos desde mediados del siglo IX y también fueron de ese mismo tipo los empleados en ciertas construcciones románicas de Borgoña. En todo caso, su uso permitió a los constructores obtener una mayor altura de los edificios, dado que el sistema de presiones laterales que ejerce el arco ojival es menor que el que se obtendría si se emplease el de medio punto.

Podemos considerar distintos tipos de arcos ojivales dependiendo de la luz que presenten, es decir de la proporción existente entre su altura y su anchura.

Las puertas góticas son abocinadas, como las románicas, pero el tímpano suele estar dividido en varias franjas horizontales. La ornamentación gótica de las arquivoltas por medio de escultura no se dispone radialmente, como se estilla en el románico, sino en el sentido de su curva. Tanto las esculturas de las arquivoltas como las de las jambas suelen protegerse con doseletes. La forma apuntada de la portada gótica acostumbra completarse con el gablete o moldura angular que le sirve de coronamiento.


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      EDIFIOS GÓTICOS EN FLORENCIA Y SIENA

Florencia:

El palazzo Vecchio(palacio viejo) es originario del XIII, seguramente con un proyecto de Arnolfo di Cambio. Es un austero edificio gótico destinado a ser Palacio del Pueblo. La Signoría estaba integrada por seis priores de las Artes(gremios) y un jefe de Justicia, personajes elegidos que prácticamente residían permanentemente en el centro durante los dos meses de su mandato. 
Cuando acabó este sistema político, y se aupó una especie de dinastía hereditaria, el lugar fue residencia de los duques de Toscana.

                                                                                                                                     

                                                                                                                                                                          Una de las iglesias más dignas de visita de la luminosa Florencia es la de la Santa Cruz (Santa Croce en italiano), situada en la plaza de su mismo nombre. Se trata de una verdadera obra de arte del gótico religioso italiano y su diseño exterior, recubierto de mármoles de diferentes colores, recuerda al Duomo florentino, salvando, por supuesto, las diferencias.
Su construcción tuvo lugar a finales del siglo XIII, según un diseño de Arnolfo di Cambio, siendo su campanario neogótico, sin embargo, obra del arquitecto Bacanni, que lo levantó en 1847 tras la destrucción del anterior en un incendio. La fachada principal también es obra posterior, del siglo XIX.

Siena:

Palacio Comunal de Siena. Palacio con forma de abanico situado en la Piazza del Campo, en la ciudad italiana, Siena. Se comenzó a erigir en el año 1279 con el fin de alojar al gobierno republicano, y se terminó aproximadamente en el siglo XIV. Esta edificación desde su exterior muestra rasgos de la arquitectura medieval italiana junto al hermoso estilo gótico con que fue edificada. La peculiar forma de abanico que posee este palacio, se origina a través de su fachada, ya que está un poco curvada hacia el interior. Entre los materiales que se utilizaron para su construcción están el ladrillo y la piedra, los cuales se usaron para erigir las plantas del palacio, por ejemplo; la primera planta fue construida a base de piedras, y las superiores a base de ladrillo.

ESCULTURA GÓTICA

En la escultura gótica se observa una progresiva liberación del marco arquitectónico y un mayor naturalismo. No falta en la iconografía el bestiario fantástico. Las imágenes se comunican entre sí expresando sentimientos, alegría, tristeza, dolor, etc., hasta llegar al patetismo en el siglo XV. Reaparece el retrato. 

  El artista tiene libertad para hacer sus obras y las firmará. Existirá una escultura monumental. También adquiere gran importancia la escultura funeraria. Este es el ámbito del retrato, donde hay un mayor realismo.

Este afán por la expresividad llevará al artista gótico a interesarse por la anécdota y lo secundario, tratando en ocasiones lo satírico e incluso lo obsceno.   
Podemos hablar de varias etapas en el desarrollo escultórico del Gótico.
Durante el período protogótico destaca el conjunto del pórtico de la Gloria, en España, atribuido al maestro Mateo y el pórtico real de Chartres. Este primer periodo es de grandes composiciones , con escasos pliegues en los ropajes. 
El siguiente periodo es el clásico encontramos una tendencia a la belleza ideal, a la ingenuidad y a la sencillez. Suelen ser conjuntos narrativos que ocupan principalmente las portadas. Las figuras se hacen más alargadas y aumentan las curvas, especialmente en los ropajes. 

Como última etapa, nos encontramos con el periodo flamígero, que se caracteriza por la utilización de la curva y la contracurva como elemento decorativo. Con estas técnicas se consigue dar movimiento a las figuras. La figura humana se hace más naturalista, convirtiéndose los rostros en auténticos retratos. La escultura se hace totalmente exenta y se difunde la estatuaria funeraria. En el relieve se introduce el paisaje hacia el siglo XV.

PINTURA GÓTICA

La pintura es el arte que más radicalmente cambia en el gótico. Pierde su lugar natural, el muro. Por eso, debido al escaso desarrollo de éste, la pintura gótica tiene su primera ubicación en las vidrieras y en las miniaturas de los códices.  
La técnica más utilizada es la del temple y el óleo, que da un mayor colorido y permite un acabado más minucioso. 

La primera etapa, hacia el 1200, corresponde a la pintura conocida como Gótico Lineal, ya que manifiesta una especial atracción hacia las líneas que definen los contornos. Este tipo de pintura gótica abarca todo el siglo XIII y los comienzos del XIV momento en el que se desarrolla un nuevo estilo.

El nuevo estilo que sucede al lineal es el conocido como Gótico Italiano donde las escuelas de Siena y Florencia alcanzan cotas muy altas. En esta época, los diferentes gremios compiten en la decoración de sus capillas, lo que junto al desarrollo económico hacen que se desarrolle y aumente la pintura gótica. 
En este estilo desaparece la línea negra. Quieren conquistar de la técnica, el estudio del espacio, la perspectiva lineal, la coloración objetiva, la luz y la degradación de los colores. 

La última etapa corresponde al Gótico Internacional, a finales del siglo XI. En este periodo las influencias italianas se funden con las francesas y flamencas, obteniendo muy buenos resultados.

Los antecedentes de la pintura se hallan en la propia evolución de las artes del dibujo y del color durante la Alta Edad Media en Italia. Las semillas iniciales del que llegará a ser un nuevo lenguaje pictórico se pueden ver ya en los frescos y mosaicos de la iglesia de San Clemente de Roma (hacia 1080), en los cuales a pesar de a artificialidad y rigidez del Arte Bizantino.

Los mosaicos de la Basílica de San Marcos de Venecia (siglos XI a XIV) constituyen el mayor conjunto del estilo bizantino en Italia. Maestros del mosaico locales culminaron la obra que fue iniciada por artesanos orientales. En estos mosaicos se aprecia una mayor libertad de composición y unos fuertes acentos paleocristianos y románicos en la elección de los temas históricos o étnicos, muy próximos a las escenas cotidianas presentes en las esculturas de las catedrales  















GÓTICO

ORIGEN Y EXPANSIÓN

El nombre de gótico con que se conoce el estilo que como consecuencia de la evolución del románico impera durante los tres últimos siglos de la Edad Media, se debe al gran historiador del arte italiano del siglo XVI, Vasari que lo cree de origen germánico. El estilo gótico adquiere una difusión geográfica más amplia que el románico, pues de una parte los cruzados llevan sus fronteras por Oriente hasta Tierra Santa y Chipre, y en sus últimos momentos, los españoles, por Occidente, al otro lado del Atlántico.

Cronológicamente comprende desde fines del siglo XII hasta muy entrado el siglo XVI, e incluso en Inglaterra, por un extraño fenómeno de tradicionalismo, sobrevive sin evolucionar hasta enlazar con su resurrección romántica del siglo XIX.

A pesar de ser una continuación del Románico, en el Gótico se aprecian actitudes bastante diferentes e incluso opuestas. Si el Románico es conocido por su oscuridad y recogimiento, el gótico implica todo lo contrario, luz, color, elevación, expresividad y naturalismo.

La evolución final de lo románico desemboca en la obra llamada gótica, la más brillante del medievo, que, una vez desarrollada especialmente en Francia, abarca en su expansión los países de Alemania, España y Portugal, Inglaterra, Flandes (hoy Bélgica) y Suecia. En este desarrollo, Italia, donde la tradición de las formas arquitectónicas generadas por el Imperio Romano era muy intensa, resistió la penetración gótica, que fue generalmente débil. Pero a Italia, por una particular aversión del gran pintor Rafael Sanzio o Santi hacia las formas que analizamos, se debe el calificativo de gótico con que conocemos tales producciones. Pues en un informe oficial que, como conservador de las ruinas imperiales, dirigió al papa León X, queriendo despreciar tan hermosa expresión del arte medieval la calificó como obra de bárbaros godos, y de ahí el término gótico.

Expansión del estilo gótico desde París





lunes, 25 de enero de 2010

ARQUITECTURA ROMÁNICA

PLANTAS Y BÓVEDAS

Las plantas de las iglesias fueron muy variadas y es imposible hacer una relación de todas ellas. Las más importantes son:

Plantas de salón o basilicales
Esta planta está relacionada con antiguos edificios públicos romanos y sobre todo, por las primeras iglesias paleocristianas y prerrománicas Se trata de iglesias longitudinales con 1, 3 ó 5 naves paralelas (espacio entre filas de arcadas) sin transepto y normalmente finalizadas en cabecera de ábsides semicirculares escalonados.

Plantas de cruz latina
A la disposición anterior se le añadía un brazo perpendicular saliente en planta (transepto) con lo que el resultado era de cruz latina. Ello simbolizaba la cruz de Cristo. Estas iglesias podían estar también rematadas en cabeceras con ábsides escalonados. Sin embargo, en iglesias de peregrinación y otros grandes templos las naves terminaban en una cabecera compleja formada por capilla mayor rodeada de una girola o deambulatorio de una o varias naves que la rodeaba y a la que se abrían capillas radiales. Un ejemplo español es la Catedral de Ávila.



                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    Plantas circulares o poligonales
Las iglesias de plantas circulares o poligonales son menos frecuentes. Normalmente son templos al servicio de comunidades de órdenes militares participantes en la Cruzadas, como los templarios o los caballeros del Santo Sepulcro, por parecerse al templo de Salomón y al del Santo Sepulcro de Jerusalén, respectivamente.

Planta de cruz griega 
Otra planta ocasional es la de cruz griega, es decir, formada por dos naves iguales que se cruzan perpendicularmente en el centro. Un ejemplo en España es la de Sant Pau del Camp en Barcelona.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          ABOVEDAMIENTO


La bóveda es una obra de fábrica curvada que sirve para cubrir el espacio comprendido entre dos muros o entre varios pilares. 

En el periodo del románico pleno la bóveda más empleada para cubrir la nave principal del templo es la de medio cañón con arcos transversales de refuerzo o fajones, cabalgando sobre las arquerías inferiores. Esas enormes bóvedas ejercían una fuerza no sólo vertical sino transversal que tenía que ser contrarrestada con otras naves laterales o la presencia en el exterior de los muros de poderosos y macizos contrafuertes.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  En las naves laterales de los edificios del románico pleno se emplea principalmente la llamada bóveda de arista, construida sobre un espacio cuadrado y formada por el cruce de dos bóvedas de cañón de igual anchura. Esta bóveda, cuando se genera por el cruce de arcos apuntados y se refuerza con nervaduras da lugar a la bóveda de crucería.



Para abovedar el crucero, espacio cuadrado de intersección de nave y transepto, se emplea la cúpula, o bóveda con forma de media esfera u otra forma aproximada. Para pasar del cuadrado del crucero al círculo de la base de la cúpula semiesférica se emplearon las pechinas (soportes en forma de triángulo curvilíneo). También se usaron las trompas (soportes de forma cónica) que convertían el cuadrado en octógono como transición al círculo.

En los ábsides de planta semicircular se usó de manera invariable la bóveda de horno o de cuarto de esfera que se engarzaba a la de medio cañón correspondiente al tramo presbiterial.

El sistema de empujes y contrarrestos de las bóvedas -mediante columnas, pilares, contrafuertes, otras bóvedas, etc.- se convirtió en el principal problema ingenieril a resolver y que no siempre se hizo con acierto, como sabemos por innumerables derrumbamientos producidos en diferentes épocas.

Para compensar el esfuerzo lateral de la bóveda se disponen contrafuertes en el exterior de los muros. La bóveda de arista tiene la forma resultante de la intersección de dos bóvedas de cañón. Con esta disposición los esfuerzos laterales, son menores, lo que permite aligerar los muros y contrafuertes.


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            EL MURO ROMÁNICO

La forma de edificar un muro en época románica es herencia directa de los geniales arquitectos que fueron los constructores romanos. El tipo de técnica empleada es lo que se denomina "muro compuesto" o "emplectum" y consta de tres capas: un núcleo formado por ripios consolidados con mortero de cal y sendos acabados exteriores.

La imagen inferior corresponde a la ruina del cilindro absidal de Medianeta en el Alto Gállego (Huesca). Resaltados en amarillo están los sillares de las capas exteriores del muro, entre las cuales se dispone el núcleo formado por mortero de cal y ripios.



El muro románico es de gran espesor. Mas de un metro en los pequeños templos rurales que estamos acostumbrados a ver. En el constructor de esa época primaba la estabilidad de la obra sobre cualquier otra circunstancia. Y creaba muros de gran potencia, con escasos vanos por miedo a debilitarlos. Asía la luz al interior es escasa y crea ese efecto que estimamos consustancial al románico y que no es sino temor del operario a debilitar el muro.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       CONTRAFUERTES

Los contrafuertes tienen por objeto reforzar los muros y servir a la vez de estribo o contrarresto a los arcos y bóvedas (servicio que también prestan los pilares compuestos): son visibles al exterior, lisos y de forma prismática. Pero cuando se adhieren a los ábsides aparecen frecuentemente a modo de columnas que sostienen el alero.    

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           EL ARCO DE MEDIO PUNTO

Se denomina arco de medio punto al arco que, apoyado sobre sus dos puntos extremos toma la forma de media circunferencia; resultando así su centro a la misma altura y en el centro de la línea imaginaria horizontal que une sus puntos extremos. Inicialmente este tipo de arco se construía a partir de pequeños elementos adosados entre sí, denominados dovelas, generalmente realizados en piedra, ladrillo o adobe. 

Este tipo de arco es característico de la arquitectura romana, que lo difundió a lo largo de los distintos países por donde pasó en su expansión territorial y cultural. De muy fácil ejecución y apto para cubrir o salvar distancias considerables (en huecos de fachadas, puentes, etc), de él se deriva su aplicación a otros estilos arquitectónicos posteriores tales como el románico, el renacimiento, el barroco o el neoclásico, fundamentalmente.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                

PUERTAS Y VENTANAS

Las puertas románicas están compuestas por un conjunto de arcos redondos concéntricos que van en degradación apoyándose en sendas columnitas, dando a lugar a un arco abocinado.

En el caso de las ventanas, generalmente se abren hacia la fachada y hacia el ábside. Posee mas alto que ancho, y en la parte superior forman al igual que en las puertas un arco doble apoyado sobre columnas pequeñas. Posee vidrieras incorporadas que son usadas para cerrar las ventanas, algunas poseen celosía de piedra perforada, yeso cristalino, laminas de alabastro, etc., y otras solo disponen de telas blancas impregnadas con trementinas, estas últimas son comunes en iglesias pobres. 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              EDIFICIOS ROMÁNICOS EN ITALIA

Algunas de las iglesias del "Primer Románico" de La Lombardía son:

-San Vincenzo in Prato
-San Abundio de cómo
-Santa María la Mayor de Lomello
-San Ambrosio de Milán
-Abadía de Pomposa

-Catedral de Parma

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        La arquitectura románica del Veneto (al nordeste de Italia) tiene carácter muy bizantino, por influencia de San Marcos de Venecia.

-San Marcos de Venecia
-Santa María y San Donato de Venecia
-San Antonio de Parma

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

Florencia:

-El baptisterio de San Juan

-Basílica de San Miniato al Monte

-Iglesia de San Salvatore al Vescovo

-La Colegiata de Sant'Andrea en Empoli 

LA ESCULTURA ROMÁNICA

La escultura románica estaba supeditada a la arquitectura, concebida como parte integrante del edificio. El material preferido es la piedra, pero también se usa la madera, generalmente policromada, el marfil, y el metal. La talla de piedra es plana; la talla se hace más profunda a partir de la segunda mitad del s.XII, los plegados más voluminosos y curvados y las figuras más reales. 
 
El estilo es antinatural y simbólico, con clara tendencia a la abstracción, de influencia bizantina. En la composición, muy clara y ordenada, imperan el “horror al vacío”, la frontalidad, la simetría, el equilibrio, la isocefalia (todas las cabezas colocadas a la misma altura) y las líneas curvas. Las figuras son hieráticas y severas, sin volumen. No tiene perspectiva ni profundidad, se rigen por la ley de adaptación al marco, lo que favorece las deformaciones. El escultor no busca la belleza sino la expresividad, por eso están desproporcionadas y sus rasgos exagerados o deformados. 

La escultura tiene una clara función didáctica, no ornamental. Su finalidad era enseñar a los fieles, por lo general analfabetos, los dogmas y principios del Cristianismo. En un mundo teocéntrico, dominado culturalmente por la Iglesia, las imágenes debían instruir y excitar a la piedad a los fieles, enseñándoles cómo salvarse imitando la vida de Cristo y de los santos. Era una Biblia en piedra. 

Los teólogos organizan el programa escultórico, con una ubicación fija; la temática es muy variada aunque esencialmente apocalíptica -el Apocalipsis de San Juan, el Antiguo y Nuevo Testamento, los Evangelios apócrifos y el Bestiario fabuloso procedente de Oriente, así como vidas de santos recogidas en la Leyenda Dorada-.

LA PINTURA ROMÁNICA

La llamada pintura mural, es decir la que cubría los muros de los templos, se basaba en la preparación de la pintura a base de pigmentos coloreados diluidos en agua de cal. Este tipo de pintura se aplicaba sobre la superficie mural a la que previamente se había añadido una capa de enlucido para alisarla (yeso, estuco...). La aplicación se hacía cuando el enlucido estaba aún húmedo. Al secarse, el conjunto adquiría gran dureza y resistencia

Al igual que la escultura románica, la pintura mural se integra con la arquitectura y sigue las reglas del "marco arquitectónico y esquema geométrico". Es decir, no se rige por imitación de la naturaleza sino por una conceptualización racional. Esto hace que las figuras sean planas, alargadas y sin perspectiva. Los personajes se escalonan y adoptan diferentes tamaños en función de su relevancia. Los ojos y manos adquieren desproporcionada dimensión pues son las partes de la anatomía humana más expresivas espiritualmente hablando. Son imágenes hieráticas, sin movimiento y bastantes antinaturalistas, la anatomía está bastante desproporcionada, y no existe la perspectiva. Este antinaturalismo será muy tenido en cuenta por algunas de las vanguardias artísticas del siglo XX como el Expresionismo.

Los colores empleados son intensos y brillantes (rojo, amarillo, naranja y azul) y se disponen en franjas contiguas de colores muy contrastadas entre sí. El color negro servía para perfilar las figuras.

La función no es meramente estética, sino que tiene una finalidad más elevada: la pedagógica o didáctica, dado que la gran masa de población medieval es analfabeta y las imágenes sirven para instruirla en los dogmas de la fe. En cuanto a la iconografía hay que decir que comparten los mismo temas iconográficos: el Maiestas Domini o Pantocrátor, la Maiestas Mariae, el Tetramorfos o las escenas bíblicas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento (profetas, apóstoles...). También aparecen las vidas de los santos, sobre todo si tienen relación con el camino que los fieles han de recorrer para alcanzar la Salvación.
También se representan temas tomados del último libro de la Biblia: el Apocalipsis con el que asociaba el fin del mundo y el Juicio Final, con los castigos que llevaba aparejados para los pecadores. 
En los siglos IX y X existe ya en Europa un arte internacional con unas características definidas; es el denominado Primer Arte Románico, que se distingue por un aparejo rústico de sillares irregulares y una decoración a base de arquería ciega de pequeños arcos bajo la cornisa, que a veces descansan sobre fajas verticales lisas —bandas lombardas—.
















ROMÁNICO

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL ROMÁNICO

El romántico es el primer estilo cristiano de occidente y se desarrolla a lo largo de los siglos X al XIII extendiéndose por Francia, Alemania, Inglaterra, Italia y Mitad norte de la Península Ibérica. 

Es a la vez un estilo uniforme y variado. Aunque el término “románico” fue acuñado por el arqueólogo Charles de Gerville, en 1820, para agrupar el arte europeo desarrollado desde el siglo V al XIII, en la actualidad, ha quedado reducido a la corriente estilística predominante en buena parte de la Europa cristiana desde finales del siglo X a bien entrado el XIII.
Desde la caída del imperio romano de occidente hasta el siglo X, Europa se sumerge en una de las épocas más oscuras de su historia. 
Los desplazamientos masivos de pobladores, las grandes invasiones, las guerras contra normandos, húngaros y árabes, sumen al continente, salvo momentos y lugares concretos, en una situación de precariedad social.
Tras el cambio de milenio renace el optimismo. No sólo la vida continúa, sino que muestra una cara más amable, al mejorar las técnicas productivas y agrícolas, como los enganches a las bestias de tiro. Pero el empuje decisivo para el resurgir del continente lo constituye la unificación y exaltación espiritual de Europa bajo la bandera de la fe y el ideal de un imperio cristiano. La intensidad religiosa de la época permite unir, en lo moral, estados y territorios que en lo político y geográfico se encuentran muy alejados.

Es en este marco del resurgimiento espiritual, social, económico y demográfico donde hay que encuadrar el “Milagro o Renacimiento Románico” por el cual toda Europa se ve envuelta en una fiebre constructiva sin precedentes.

Al principio las obras afectan principalmente a las catedrales de las ciudades más influyentes o situadas en las rutas de peregrinación y a los poderosos monasterios. Pero poco a poco el estilo se “democratiza” hasta poder afirmar que, a la llegada de la Baja Edad Media, no quedó pueblo o aldea sin su templo levantado en el nuevo estilo.