PLANTAS Y BÓVEDAS
Las plantas de las iglesias fueron muy variadas y es imposible hacer una relación de todas ellas. Las más importantes son:
Plantas de salón o basilicales
Esta planta está relacionada con antiguos edificios públicos romanos y sobre todo, por las primeras iglesias paleocristianas y prerrománicas Se trata de iglesias longitudinales con 1, 3 ó 5 naves paralelas (espacio entre filas de arcadas) sin transepto y normalmente finalizadas en cabecera de ábsides semicirculares escalonados.
Plantas de cruz latina
A la disposición anterior se le añadía un brazo perpendicular saliente en planta (transepto) con lo que el resultado era de cruz latina. Ello simbolizaba la cruz de Cristo. Estas iglesias podían estar también rematadas en cabeceras con ábsides escalonados. Sin embargo, en iglesias de peregrinación y otros grandes templos las naves terminaban en una cabecera compleja formada por capilla mayor rodeada de una girola o deambulatorio de una o varias naves que la rodeaba y a la que se abrían capillas radiales. Un ejemplo español es la Catedral de Ávila.
Plantas circulares o poligonales
Las iglesias de plantas circulares o poligonales son menos frecuentes. Normalmente son templos al servicio de comunidades de órdenes militares participantes en la Cruzadas, como los templarios o los caballeros del Santo Sepulcro, por parecerse al templo de Salomón y al del Santo Sepulcro de Jerusalén, respectivamente.
Planta de cruz griega
Otra planta ocasional es la de cruz griega, es decir, formada por dos naves iguales que se cruzan perpendicularmente en el centro. Un ejemplo en España es la de Sant Pau del Camp en Barcelona.
ABOVEDAMIENTO
La bóveda es una obra de fábrica curvada que sirve para cubrir el espacio comprendido entre dos muros o entre varios pilares.
En el periodo del románico pleno la bóveda más empleada para cubrir la nave principal del templo es la de medio cañón con arcos transversales de refuerzo o fajones, cabalgando sobre las arquerías inferiores. Esas enormes bóvedas ejercían una fuerza no sólo vertical sino transversal que tenía que ser contrarrestada con otras naves laterales o la presencia en el exterior de los muros de poderosos y macizos contrafuertes.
En las naves laterales de los edificios del románico pleno se emplea principalmente la llamada bóveda de arista, construida sobre un espacio cuadrado y formada por el cruce de dos bóvedas de cañón de igual anchura. Esta bóveda, cuando se genera por el cruce de arcos apuntados y se refuerza con nervaduras da lugar a la bóveda de crucería.
Para abovedar el crucero, espacio cuadrado de intersección de nave y transepto, se emplea la cúpula, o bóveda con forma de media esfera u otra forma aproximada. Para pasar del cuadrado del crucero al círculo de la base de la cúpula semiesférica se emplearon las pechinas (soportes en forma de triángulo curvilíneo). También se usaron las trompas (soportes de forma cónica) que convertían el cuadrado en octógono como transición al círculo.
En los ábsides de planta semicircular se usó de manera invariable la bóveda de horno o de cuarto de esfera que se engarzaba a la de medio cañón correspondiente al tramo presbiterial.
El sistema de empujes y contrarrestos de las bóvedas -mediante columnas, pilares, contrafuertes, otras bóvedas, etc.- se convirtió en el principal problema ingenieril a resolver y que no siempre se hizo con acierto, como sabemos por innumerables derrumbamientos producidos en diferentes épocas.Para compensar el esfuerzo lateral de la bóveda se disponen contrafuertes en el exterior de los muros. La bóveda de arista tiene la forma resultante de la intersección de dos bóvedas de cañón. Con esta disposición los esfuerzos laterales, son menores, lo que permite aligerar los muros y contrafuertes.
EL MURO ROMÁNICO
La forma de edificar un muro en época románica es herencia directa de los geniales arquitectos que fueron los constructores romanos. El tipo de técnica empleada es lo que se denomina "muro compuesto" o "emplectum" y consta de tres capas: un núcleo formado por ripios consolidados con mortero de cal y sendos acabados exteriores.
La imagen inferior corresponde a la ruina del cilindro absidal de Medianeta en el Alto Gállego (Huesca). Resaltados en amarillo están los sillares de las capas exteriores del muro, entre las cuales se dispone el núcleo formado por mortero de cal y ripios.
El muro románico es de gran espesor. Mas de un metro en los pequeños templos rurales que estamos acostumbrados a ver. En el constructor de esa época primaba la estabilidad de la obra sobre cualquier otra circunstancia. Y creaba muros de gran potencia, con escasos vanos por miedo a debilitarlos. Asía la luz al interior es escasa y crea ese efecto que estimamos consustancial al románico y que no es sino temor del operario a debilitar el muro.
CONTRAFUERTES
Los contrafuertes tienen por objeto reforzar los muros y servir a la vez de estribo o contrarresto a los arcos y bóvedas (servicio que también prestan los pilares compuestos): son visibles al exterior, lisos y de forma prismática. Pero cuando se adhieren a los ábsides aparecen frecuentemente a modo de columnas que sostienen el alero.
EL ARCO DE MEDIO PUNTO
Se denomina arco de medio punto al arco que, apoyado sobre sus dos puntos extremos toma la forma de media circunferencia; resultando así su centro a la misma altura y en el centro de la línea imaginaria horizontal que une sus puntos extremos. Inicialmente este tipo de arco se construía a partir de pequeños elementos adosados entre sí, denominados dovelas, generalmente realizados en piedra, ladrillo o adobe. Este tipo de arco es característico de la arquitectura romana, que lo difundió a lo largo de los distintos países por donde pasó en su expansión territorial y cultural. De muy fácil ejecución y apto para cubrir o salvar distancias considerables (en huecos de fachadas, puentes, etc), de él se deriva su aplicación a otros estilos arquitectónicos posteriores tales como el románico, el renacimiento, el barroco o el neoclásico, fundamentalmente.
PUERTAS Y VENTANAS
Las puertas románicas están compuestas por un conjunto de arcos redondos concéntricos que van en degradación apoyándose en sendas columnitas, dando a lugar a un arco abocinado.
En el caso de las ventanas, generalmente se abren hacia la fachada y hacia el ábside. Posee mas alto que ancho, y en la parte superior forman al igual que en las puertas un arco doble apoyado sobre columnas pequeñas. Posee vidrieras incorporadas que son usadas para cerrar las ventanas, algunas poseen celosía de piedra perforada, yeso cristalino, laminas de alabastro, etc., y otras solo disponen de telas blancas impregnadas con trementinas, estas últimas son comunes en iglesias pobres.
EDIFICIOS ROMÁNICOS EN ITALIA
Algunas de las iglesias del "Primer Románico" de La Lombardía son:-San Vincenzo in Prato
-San Abundio de cómo
-Santa María la Mayor de Lomello
-San Ambrosio de Milán
-Abadía de Pomposa
-Catedral de Parma
La arquitectura románica del Veneto (al nordeste de Italia) tiene carácter muy bizantino, por influencia de San Marcos de Venecia.
-San Marcos de Venecia
-Santa María y San Donato de Venecia
-San Antonio de Parma
Florencia:
-El baptisterio de San Juan
-Basílica de San Miniato al Monte
-Iglesia de San Salvatore al Vescovo
-La Colegiata de Sant'Andrea en Empoli
LA ESCULTURA ROMÁNICA
La escultura románica estaba supeditada a la arquitectura, concebida como parte integrante del edificio. El material preferido es la piedra, pero también se usa la madera, generalmente policromada, el marfil, y el metal. La talla de piedra es plana; la talla se hace más profunda a partir de la segunda mitad del s.XII, los plegados más voluminosos y curvados y las figuras más reales.
El estilo es antinatural y simbólico, con clara tendencia a la abstracción, de influencia bizantina. En la composición, muy clara y ordenada, imperan el “horror al vacío”, la frontalidad, la simetría, el equilibrio, la isocefalia (todas las cabezas colocadas a la misma altura) y las líneas curvas. Las figuras son hieráticas y severas, sin volumen. No tiene perspectiva ni profundidad, se rigen por la ley de adaptación al marco, lo que favorece las deformaciones. El escultor no busca la belleza sino la expresividad, por eso están desproporcionadas y sus rasgos exagerados o deformados. La escultura tiene una clara función didáctica, no ornamental. Su finalidad era enseñar a los fieles, por lo general analfabetos, los dogmas y principios del Cristianismo. En un mundo teocéntrico, dominado culturalmente por la Iglesia, las imágenes debían instruir y excitar a la piedad a los fieles, enseñándoles cómo salvarse imitando la vida de Cristo y de los santos. Era una Biblia en piedra.
Los teólogos organizan el programa escultórico, con una ubicación fija; la temática es muy variada aunque esencialmente apocalíptica -el Apocalipsis de San Juan, el Antiguo y Nuevo Testamento, los Evangelios apócrifos y el Bestiario fabuloso procedente de Oriente, así como vidas de santos recogidas en la Leyenda Dorada-.
LA PINTURA ROMÁNICA
La llamada pintura mural, es decir la que cubría los muros de los templos, se basaba en la preparación de la pintura a base de pigmentos coloreados diluidos en agua de cal. Este tipo de pintura se aplicaba sobre la superficie mural a la que previamente se había añadido una capa de enlucido para alisarla (yeso, estuco...). La aplicación se hacía cuando el enlucido estaba aún húmedo. Al secarse, el conjunto adquiría gran dureza y resistencia
Al igual que la escultura románica, la pintura mural se integra con la arquitectura y sigue las reglas del "marco arquitectónico y esquema geométrico". Es decir, no se rige por imitación de la naturaleza sino por una conceptualización racional. Esto hace que las figuras sean planas, alargadas y sin perspectiva. Los personajes se escalonan y adoptan diferentes tamaños en función de su relevancia. Los ojos y manos adquieren desproporcionada dimensión pues son las partes de la anatomía humana más expresivas espiritualmente hablando. Son imágenes hieráticas, sin movimiento y bastantes antinaturalistas, la anatomía está bastante desproporcionada, y no existe la perspectiva. Este antinaturalismo será muy tenido en cuenta por algunas de las vanguardias artísticas del siglo XX como el Expresionismo.
Los colores empleados son intensos y brillantes (rojo, amarillo, naranja y azul) y se disponen en franjas contiguas de colores muy contrastadas entre sí. El color negro servía para perfilar las figuras.La función no es meramente estética, sino que tiene una finalidad más elevada: la pedagógica o didáctica, dado que la gran masa de población medieval es analfabeta y las imágenes sirven para instruirla en los dogmas de la fe. En cuanto a la iconografía hay que decir que comparten los mismo temas iconográficos: el Maiestas Domini o Pantocrátor, la Maiestas Mariae, el Tetramorfos o las escenas bíblicas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento (profetas, apóstoles...). También aparecen las vidas de los santos, sobre todo si tienen relación con el camino que los fieles han de recorrer para alcanzar la Salvación.
También se representan temas tomados del último libro de la Biblia: el Apocalipsis con el que asociaba el fin del mundo y el Juicio Final, con los castigos que llevaba aparejados para los pecadores.
En los siglos IX y X existe ya en Europa un arte internacional con unas características definidas; es el denominado Primer Arte Románico, que se distingue por un aparejo rústico de sillares irregulares y una decoración a base de arquería ciega de pequeños arcos bajo la cornisa, que a veces descansan sobre fajas verticales lisas —bandas lombardas—.
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